Definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un proceso por el cual las personas adquieren un mayor control sobre las decisiones y acciones que afectan a su salud, la construcción de políticas públicas de salud, desde esta perspectiva, supone un cambio de paradigma y le da relevancia social. En este sentido, se debe entender el empoderamiento desde la dimensión comunitaria, es decir, desde la perspectiva de la actuación colectiva de los individuos con el fin de conseguir una mayor influencia y control sobre los determinantes de la salud y la calidad de vida de su comunidad. Es en la dimensión comunitaria donde el empoderamiento puede desplegar su máximo potencial, pues hace partícipe a la sociedad en la toma de decisiones que afectan a la salud de la comunidad promoviendo la acción colectiva y el compromiso democrático.
Desde el apoderamiento se refuerza la toma de decisiones individual y colectiva en el campo de la salud y se potencia la participación comunitaria, genera cohesión social, impulsa políticas sanas (transversales y multidisciplinares), transforma las condiciones de vida y reduce las desigualdades.
En este número del Bepsalut se profundiza en el análisis del concepto de apoderamiento, desde la perspectiva de la Promoción de la Salud, siempre como principio básico para catalizar la mejora de la salud individual y colectiva. Se presentan diferentes aproximaciones y estrategias orientadas al diseño de intervenciones en promoción de la salud, la descripción de una experiencia de empoderamiento comunitario en jóvenes y una reflexión sobre el principio de apoderamiento colectivo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la OMS.