La salud fue definida en 1946 por la Organización Mundial de la Salud como un "estado completo de bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedad". Así durante muchos años se ha considerado que hay sólo 3 dimensiones básicas que están interrelacionadas que nos pueden ayudar a promover la salud.
En una visión holística de la salud hay que incluir una nueva dimensión espiritual o existencial de la salud, una dimensión que da significado a la vida, convirtiéndose en la esencia de la existencia. Muchas veces, esta dimensión se ha visto relegada por el hecho de confundirla con otros conceptos, como puede ser la religión.
En este número de bepSALUT tratamos de clarificar qué entendemos por espiritualidad, como ésta puede estar ligada a la salud, y por tanto, si puede tener un papel importante en la promoción de la salud de la ciudadanía y, por último, si tal y como hablamos de determinantes sociales y económicos de la salud también podríamos hablar de determinados espirituales, que se deberían tener en cuenta a la hora de hacer intervenciones.