Shanghái establece que la promoción de la salud y el bienestar son fundamentales para la consecución de los objetivos de desarrollo sostenibles - ODS -
¿Pero nos podríamos hacer la pregunta al revés? ¿Son los ODS fundamentales para los objetivos de la promoción de la salud?
Ya hace tiempo que se establecieron los prerrequisitos para la salud: paz, educación, vivienda, alimentación, renta, ecosistema estable, justicia social y la equidad (Ottawa 1989). ¿Podrían ser los ODS una respuesta a esto?
Ya hace tiempo que se definió que el objetivo de la promoción de la salud debía ser que las condiciones políticas, económicas, sociales, culturales, el medio ambiente, y los factores de conducta y biológicos fueran favorables a la salud (Ottawa 1989). ¿Podrían ser los ODS una respuesta a esto?
Así parecería que los prerrequisitos de la salud y las condiciones de vida deberían ser objeto de interés y de intervención de la promoción de la salud, ¿verdad? ¿Podrían ser los ODS una respuesta a esto?
Por suerte hay buenos ejemplos que se orientan hacia aquí, pero desgraciadamente todavía demasiado profesionales y demasiadas estrategias están claramente orientadas sólo a dar información, a dar consejos de salud, a que los enfermos sean "buenos enfermos", a cambiar los estilos de vida de las personas, a decir a la gente que tiene que pensar y debe hacer, a repartir fruta, a hacer cócteles sin alcohol, a celebrar días mundiales ... Si miramos los ODS desde esta perspectiva reduccionista, ¿cuántos objetivos son de salud? ¿Uno, dos, quizás tres?
Os proponemos un ejercicio muy sencillo.
Tomad los ODS, leed detenidamente e id marcando todos aquellos que responden a la promoción de la salud desde una perspectiva de los determinantes de la salud. ¿Cuántos son de salud ahora? ¿Cuatro, cinco,... ocho, diez,... trece?
¿Y si los miramos de forma diferente? ¿Y si los miramos desde la perspectiva de derechos? ¿Y si estos derechos fueran los derechos humanos? ¿Podrían ser los prerrequisitos para la salud una respuesta a esto? ¿Cuántos son de salud ahora?
¿Y si hiciéramos el esfuerzo de asumir que la humanidad es un concepto efímero? Que la salud humana no existe en sí misma. Que la salud humana es algo más amplio, más complejo, más interconectado? ¿Y si asumiéramos que la humanidad sólo puede existir circunstancialmente en la tierra? ¿o que el ecosistema es parte integral del concepto? ¿Somos conscientes del dramático impacto del cambio climático en la salud infantil (UNICEF, 2015)?
Y desde esta perspectiva ¿cuántos deberían ser objeto de la promoción de la salud?
Os proponemos un segundo ejercicio: tomad los ODS y apuntad una, sólo una acción que creáis que se puede hacer, impulsar, coordinar, proponer con otros actores-sectores ...
Al final los ODS son una magnífica oportunidad para continuar transversalizando la acción de la promoción de la salud, para asumir una promoción de la salud en mayúsculas donde pueda tomar sentido la solidaridad y la ética de la justicia en un mundo absolutamente globalizado.
En el fondo es asumir profundamente que la salud no es sólo la ausencia de enfermedad y que la promoción de la salud debería ir mucho más allá.
Hace ya mucho tiempo que el Principito nos explicaba que "lo importante es invisible a los ojos".