La promoción de la salud como herramienta de transformación

En 1986, la Carta de Ottawa se convirtió en la primera declaración internacional sobre la promoción de la salud, un paso que daba respuesta a unas expectativas cada vez mayores de transformación del sector. La definición de promoción de la salud empleada por la Carta ("el proceso que permite a las personas aumentar el control y mejorar su salud") es todavía la más difundida actualmente. Se trata, pues, de un proceso de empoderamiento en el que el profesional permite a sus usuarios disponer de más control (o más poder) sobre sus vidas y su salud. El empoderamiento es un proceso para aumentar el poder y debe nacer de cada persona, grupo o comunidad, ya que no se puede imponer desde fuera. Los actores que tienen acceso al poder y aquellos que quieren acceder deben trabajar juntos para crear las condiciones que hagan posible el empoderamiento. En un contexto profesional, este papel corresponde al profesional del ámbito de la salud, que puede impulsar el cambio, y también a los usuarios, que identifican el cambio y lo ponen en práctica ellos mismos. Algunos de los resultados del apoderamiento son la redistribución de recursos, el aumento del control sobre las circunstancias propias o la consecución de cambios sociales y políticos. El cambio social hace referencia a las normas, creencias y comportamientos de la sociedad que tienen influencia en las personas, mientras que el cambio político hace referencia a las políticas, legislaciones y medidas de control que tienen una influencia directa en la salud de las personas. El apoderamiento comunitario es el que permite realmente a las personas lograr el cambio social y político profundo que necesitan para mejorar su salud. Este proceso se puede representar a través de un continuo formado por unas formas de acción colectiva cada vez más organizadas:

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Cada punto se puede interpretar como un paso más en el camino hasta la consecución del cambio social y político y se puede materializar de forma momentánea y luego desvanecerse, tanto por motivos relacionados con las personas como por la falta de apoyo político o financiero. El papel del profesional consiste en lograr la capacidad, facilitar recursos y ayudar a otros a poner en cuestión las estructuras de la burocracia y la autoridad responsables de su falta de poder. En este sentido, seguramente la incapacidad de algunos profesionales a la hora de identificar y utilizar su propio poder explicaría los intentos de las iniciativas de promoción de la salud de ayudar a las personas simplemente ofreciéndoles información. El proceso de apoderamiento es, en el fondo, una actividad política y los profesionales deben saber identificar la raíz de su poder, ayudar a otros a identificar las raíces de su poder y analizar y ordenar las prioridades a fin de encontrar las soluciones adecuadas. Este proceso incluye diferentes formas de acción colectiva, como las medidas de presión (lobbying), las iniciativas legislativas populares, las manifestaciones, las acciones legales, los boicots y la capacidad de influencia en los procesos legislativos. La transformación a través de la promoción de la salud se produce cuando las personas tienen la posibilidad de ir más allá de una simple participación en los programas y pueden tomar sus propias medidas de apoderamiento para tener un mayor control sobre las circunstancias que afectan sus vidas.

Dr. Glenn Laverack

University of Southern Denmark

¿Cómo citar este artículo?

Laverack, G. La promoción de la salud como herramienta de transformación. Bepsalut [Internet]. junio 201612. [Consultado el _____].
Disponible en: https://bepsalut.com/es/article/la-promocion-de-la-salud-como-herramienta-de-transformacion/
Fecha de publicación

junio 2016

Autor/a

Dr. Glenn Laverack

Tiempo de lectura

3 minuts

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