La salud y el bienestar no son únicamente el resultado de las políticas sanitarias, ya que numerosos factores económicos, sociales, políticos y ambientales, que configuran la forma de vivir y enfermar de las personas, se gestionan desde los sectores no sanitarios. Sin embargo, el Sistema Nacional de Salud dedica aproximadamente el 61% del gasto sanitario público a servicios hospitalarios y especializados, mientras que los servicios de Atención Primaria perciben el 15%, y los de Salud Pública un, prácticamente testimonial, 1%[i].
La escasez de recursos en los servicios de Salud Pública refleja el énfasis del sistema sanitario en atender la enfermedad de forma individual, y un menor interés en actuar sobre los determinantes sociales de la salud (DSS), también llamados causas de las causas, que intervienen “aguas arriba” y tienen un gran impacto en el nivel de salud poblacional y en el control de las personas sobre sus vidas.
Desde la Comisión de los DSS se remarcó la necesidad de evaluar los efectos de todas las políticas en la salud y la equidad sanitaria, teniendo como objetivo la coherencia de la acción del gobierno en su conjunto[ii] . Y éste es el fin que persigue la estrategia de Salud en Todas las Políticas (SeTP)[iii] que, con la perspectiva salutogénica [iv], se incluye entre las políticas sociales de bienestar.
En SeTP, el marco de los DSS, la base científica de la evidencia, el buen gobierno (transparencia, rendición de cuentas, participación) y el trabajo intersectorial sostenible y efectivo son inexcusables. Porque estos elementos producen cambios en las estructuras y procesos que dan lugar a nuevas políticas definidas de manera conjunta, que superan el trabajo de los sectores por separado, ya que la salud y la equidad en salud son asuntos que trascienden las fronteras de las estructuras políticas establecidas [v].
Entre las herramientas de la estrategia de SeTP se encuentran la Evaluación del Impacto en Salud y el Análisis de la Lente de la Salud (ALS). La primera consiste en una evaluación de la política ex ante para emitir recomendaciones que, una vez incorporadas, maximicen el potencial saludable de la misma. El ALS, desarrollado en Australia del Sur [vi], añade una etapa para que el sector salud ayude a orientar las recomendaciones en el proceso de toma de decisiones sectoriales (Navigation).
El enfoque de SeTP ha variado desde su formulación en 2006, y actualmente ha incorporado el concepto de sostenibilidad, indisolublemente unido al de salud y equidad. Pero alcanzar la coherencia de la acción del gobierno, en términos de bienestar, pasa por caminar inexorablemente hacia el horizonte del 7% de gasto en Salud Pública propuesto por Michael Marmot.
[i] Estadística del gasto sanitario público 2014: Primeros resultados. Subdirección General de Cartera Básica de Servicios del SNS y Fondo de Cohesión. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, 2016
[ii] Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud. Subsanar las desigualdades en una generación. Ginebra: OMS, 2008
[iii] Salud en Todas las Políticas. Organización Panamericana de la Salud. http://bit.ly/2hKPDkm [consultado: 22 12 2016]
[iv] Lindström Bengt, Eriksson Monica. The salutogenic approach to the making of HiAP/healthy public policy. illustrated by a case study. Global Health Promotion 2009;16:17-28
[v] Solar Orielle, Valentine Nicole, Rice Marilyn, Albrecht Daniel. Moving forward to equity in health. Partnership and Intersectoral Action. Conference Working Document. 7th Global Conference on Health Promotion. Nairobi, October, 2009
[vi]Health Lens Analysis projects. SA Health. Government of South Australia http://bit.ly/2i2uUJ7 [consultado: 22 12 2016]