¿Quién iba a pensar que de un mes para otro, y en nuestro contexto teóricamente estable y privilegiado, veríamos afectada la forma como interpretamos los determinantes de la salud? (1) La actual mirada -después de cinco semanas de confinamiento- permite observar cada una de la "capas" de los determinantes de manera diferente a como lo habríamos hecho hace un mes o incluso menos.
La primera capa de la salud...La nuclear, aquella más individual que hace referencia a los factores constitucionales, a las características personales, vinculada también y estrechamente a la dimensión de la salud de carácter más biológico. Una franja que ha perdido simbólicamente estos días buena parte de su vertiente personal para tomar repentinamente una nueva perspectiva colectiva, comunitaria, ligada a un nuevo vector tan extendido, invisible, incluso casi azaroso y con consecuencias tan amplias, capaz de poner en jaque mate al sistema sanitario, dique de contención de la primerísima línea del bienestar individual y colectivo, y que tantos y tantas profesionales están trabajando para sostener.
La segunda capa de la salud... nuestros propios estilos de vida, también confinados como nosotros y con nosotros en los correspondientes metros cuadrados de nuestras viviendas.
Las redes sociales, a modo de ventana al mundo, nos han permitido a todos observar la habilidad con la que cada uno ha sido capaz de enlatar, en un espacio mucho más reducido de lo habitual, sus propios hábitos. Parecería que el cambio de orden en las ocupaciones ha llevado, a parte de la población, no solo a mantener los hábitos saludables, sino a potenciarlos, incluso a recuperar y explorar aficiones abandonadas. Sin embargo la soledad, el aburrimiento o la desazón lleva a potenciar otros, sin ir más lejos los juegos de azar, también entre los y las jóvenes.
La tercera capa de la salud... Es una evidencia flagrante que las relaciones sociales y comunitarias son y habrán sido unas de las grandes protagonistas de estos días, hasta el punto de que se hace complicado hablar de esta capa sin emocionarse. De las múltiples iniciativas de apoyo a los y las profesionales de los servicios esenciales, en las redes de apoyo social o las actividades en los balcones. En el otro extremo cuestiones como el incremento de las llamadas de ayuda por violencia doméstica, o los dolorosos y anormales procesos de duelo.
Seguro podremos vincular esta franja y la de estilos de vida, con la salud mental, una cuestión tan silenciada como afectada por la situación de crisis y por el propio confinamiento (y por las condiciones de confinamiento).
La cuarta capa de la salud... Si algo destaca en las condiciones de vida y de trabajo son sin duda las desigualdades, y por tanto, de nuevo las diferencias en el impacto que tiene y tendrá la crisis en la población y en su salud (2). De nuevo son los colectivos más vulnerables a los que afecta en mayor medida, tanto la crisis como su recuperación. La mirada de los determinantes desde el otro lado de la ventana que proponemos no es la misma en todas las casas y familias, o países, si pretendemos una mirada más global: la vivienda en el que estamos confinados, el contrato que tenemos o el sistema de protección público que disfrutamos.
La última capa de la salud.... la superestructura, la que determina las condiciones políticas, socioeconómicas, culturales y medioambientales, entre ellas el marco político y legislativo que determina las políticas que deben garantizar o no el bienestar de la población.
Pero estos días proporcionan también maravillosas oportunidades: técnicos y técnicas del campo ambiental, energético, de la movilidad, etc., absolutamente absortos en el fenómeno único que representa estos días de encierro y por tanto de paro técnico, una situación inaudita que proporciona datos e información de valor incalculable. Un buen momento para reflexionar sobre el modelo que queremos -ambiental y social-, ya no por estos días, sino sobre todo para afrontar la recuperación que los precede. ¿Regresaremos al que ya teníamos o a uno mejor?
Valdrá la pena tomar conciencia de los aprendizajes que proporcionan estos días en los que tenemos la oportunidad de mirar todo desde el otro lado de la ventana.
Bibliografía
1. Dahlgren G, Whitehead M. Policies and strategies to promote social equity in health Background documento to WHO - Strategy papel [Internet]. Vol. 14, Stockholm: Institute for future studies. 1991. 67 p.
2. Comisión para Reducir las Desigualdades Sociales en Salud en España. Avanzando Hacia la equidad. Propuesta de políticas y intervenciones para Reducir las desigualdades sociales en salud en España. Madrid; 2.010.