La crisis originada por la pandemia del COVID19 tendrá importantes repercusiones sobre las desigualdades económicas y sociales. A diferencia de las recesiones anteriores, esta crisis de origen sanitario, ha sido especialmente severa con las oportunidades laborales de las mujeres.
Con el fin de cuantificar el impacto de la crisis sanitaria sobre la desigualdad de género, durante la primera quincena del mes de mayo se llevó a cabo una encuesta a una muestra representativa de familias del estado español. Mediante una empresa demoscópica recogimos información socioeconómica de 5000 familias. Los resultados principales de nuestra investigación se pueden consultar en el documento de trabajo "How the COVID-19 lockdown affected gender inequality in paid and unpaid work in Spain" coautora con Yarine Fawaz (CEMFI), Libertad González (UPF y Barcelona GSE) y Jennifer Graves (UAM).
Los resultados de nuestro estudio ponen de manifiesto un descenso importante del nivel de empleo durante el confinamiento. En promedio, la tasa de ocupación ha caído en aproximadamente 25 puntos porcentuales. Este descenso no ha sido uniforme entre los trabajadores. Las mujeres y los trabajadores con un nivel de estudios bajo son los que lo han sufrido más (ver Figura 1). De este modo, mientras que el nivel de empleo entre los hombres con titulación universitaria ha caído un 18% pasando de 91% al 75%, el descenso en el empleo de las mujeres sin estudios universitarios ha caído más del doble, un 40%, pasando del 69% al 41%.
Figura 1: Nivel de empleo
Fuente: creación propia
Un dato importante a tener en cuenta es que la mayoría de las pérdidas de empleo, de momento, han sido de carácter temporal (o en forma de ERTE). De este modo, de las mujeres que antes del estallido de la pandemia estaban trabajando, el 25% han perdido su empleo de manera temporal mientras que el 11% lo ha hecho de manera permanente. Estas figuras son del 19% y del 8% entre los hombres.
Otra asimetría importante derivada de las medidas de contención de la pandemia es una mayor proporción de mujeres que de hombres trabajando desde casa. De este modo, mientras que un 52% de las mujeres que continúan trabajando lo hace desde casa (teletrabaja) este porcentaje es del 42% entre los hombres.
En cuanto al incremento de la producción doméstica derivada del cierre de las escuelas y centros educativos nuestro estudio indica que, aunque los hombres han incrementado su participación, las mujeres han continuado asumiendo la mayoría. Según los datos recogidos, antes del confinamiento, de media, el 61% de las tareas y los cuidados estaba en manos de las mujeres mientras que el 39% en manos de los hombres.
Durante el confinamiento, aunque muchos hombres también han perdido su empleo o han trabajado desde casa, observamos solo un pequeño incremento en la producción doméstica por parte de los hombres (de unos 3 puntos porcentuales). Cabe destacar una excepción, que es ir a hacer la compra, que durante el confinamiento se ha convertido en una tarea de hombres.
Figura 2: Porcentaje de las tareas y cuidados en manos de los hombres antes y durante el confinamiento
Fuente: creación propia
En resumen, los resultados de nuestro estudio ponen de manifiesto importantes pérdidas en el nivel de empleo (sobre todo en forma de ERTE), que han sido más importante entre las mujeres y los trabajadores poco cualificados. Los datos también demuestran que más mujeres que hombres han continuado trabajando desde casa, y que el incremento de las tareas y los cuidados dentro del hogar ha recaído mayoritariamente sobre ellas. Esta evidencia sugiere un empeoramiento notable de las oportunidades laborales de las mujeres y la necesidad de implementar medidas para la reactivación económica de las mujeres y para frenar el incremento en la desigualdad de género.
Bibliografía
Farré, L., Y. Fawaz, L. González i J. Graves. 2020. How the covid-19 lockdown affected gender inequality in paid and unpaid work in Spain. Document de treball.