Cuidados, género y salud: la desigualdad más invisible

El último informe del Foro Económico Mundial sobre brecha de género1 advierte que el mundo ha retrocedido durante el último año: en 2020 se estimaba que quedaban casi 100 años para alcanzar la plena igualdad, en 2021 faltan 135 años para ello. ¡Se ha perdido una generación completa para la igualdad! Y este retroceso es atribuible en gran parte a las consecuencias de la pandemia por COVID-19. Una reciente publicación de The Lancet2 muestra que, entre marzo de 2020 y septiembre de 2021, las mujeres tuvieron más probabilidades de perder su empleo, así como de renunciar al trabajo remunerado para cuidar a otras personas.

Las desigualdades entre mujeres y hombres en los cuidados están a la raíz de las todavía intolerables brechas de género en empleo, salarios o pensiones. La Estrategia para la igualdad de género 2020-2025 de la Comisión Europea3 informa de una diferencia en la tasa de empleo entre mujeres y hombres de un 11%, un 15% de brecha salarial y un 30% de brecha en pensiones en la UE. Y es que las mujeres europeas invierten 22 horas semanales en tareas domésticas y de cuidados, mientras que los hombres dedican solo 9. Ellas soportan una carga desproporcionada de trabajo no remunerado: el 80% de los cuidados en la UE son prestados por personas cuidadoras informales (no remuneradas), el 75% de las cuales son mujeres. Los estereotipos de género son una de las causas profundas de estas desigualdades: el 44 % de la población europea considera que el comentido más importante de una mujer es cuidar del hogar y la familia, mientras que el 43% piensa que el cometido más importante del hombre es ganar dinero.

Además de esta desigualdad de género en la responsabilidad de cuidar, existen otras desigualdades que atraviesan los cuidados. Las mujeres dedican más tiempo a cuidar, lo hacen durante más años y con mayor intensidad, y realizan con más frecuencia las tareas cotidianas y penosas que los hombres que cuidan4. También asumen y afrontan los cuidados de manera diferente: para las mujeres el rol de cuidadoras está naturalizado como un rol propio; los hombres lo asumen como un rol prestado y altruista5. De esta manera, las consecuencias de cuidar sobre sus vidas son distintas y ellas se llevan la peor parte.

Si examinamos los impactos sobre la salud, los cuidados actúan como un estresor crónico y constituyen un factor de riesgo. Nuestro grupo de investigación está llevando a cabo el Estudio CUIDAR-SE, proyecto multicéntrico de seguimiento, iniciado en 2013, que analiza las desigualdades de género en salud y calidad de vida de personas cuidadoras informales en Andalucía (Granada) y País Vasco (Gipuzkoa). Antes de la pandemia, los resultados mostraban claramente cómo las consecuencias de cuidar sobre la salud eran más frecuentes en mujeres cuidadoras que en hombres que cuidan en indicadores como deterioro de la salud, necesidad de recibir tratamiento, cansancio o depresión, así como una evidente brecha de género en calidad de vida relacionada con la salud y sobrecarga6.

La pandemia ha golpeado con fuerza el mundo de los cuidados. A la vez que los cuidados se han mostrado como un recurso esencial para la atención de salud, especialmente para grupos vulnerables (menores, mayores, personas con enfermedades crónicas o dependientes), los roles de género tradicionales se han perpetuado y las medidas de confinamiento, limitación de movilidad y restricción de servicios de atención han dado lugar a una re-familiarización de los cuidados ya existentes. Y esto está afectando en mayor medida a las mujeres.

Los datos del Estudio CUIDAR-SE recogidos en 2021 indican que, después del primer año de pandemia, las brechas de género en los cuidados y sus consecuencias han aumentado7. Para salud percibida, por ejemplo, el 45% de mujeres que cuidan calificaba su salud como regular/mala, frente al 30% de hombres. Respecto a las consecuencias directamente atribuidas a la pandemia, existe una brecha de género significativa en el aumento del tiempo dedicado a los cuidados, la disminución del apoyo informal y el deterioro de la salud emocional. Si comparamos los datos del estudio antes de la pandemia (2019) con los de 2021, observamos que las brechas de género se han agudizado en los indicadores de consecuencias percibidas de cuidar sobre la salud, tanto en el deterioro de la salud, como en la necesidad de recibir tratamiento, el cansancio y la depresión.

Podemos concluir que, en comparación con la situación pre-pandemia, se han agudizado las brechas de género en los cuidados y en sus impactos en la salud y calidad de vida. Hay que trabajar mucho aún en intervenciones que no perpetúen estas desigualdades, en democratizar los cuidados buscando la corresponsabilidad por parte del conjunto de agentes, y en incrementar los recursos de apoyos formales para el cuidado. Que lo urgente no haga olvidar lo importante. 

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. World Economic Forum. Global Gender Gap Report 2021. Insight report, March 221. Disponible en: https://es.weforum.org/reports/global-gender-gap-report-2021.
  2. Flor LS, Friedman J, Spencer CN, et al. Quantifying the effects of the COVID-19 pandemic on gender equality on health, social, and economic indicators: a comprehensive review of data from March, 2020, to September, 2021 [published online ahead of print, 2022 Mar 2]. Lancet. 2022; S0140-6736(22)00008-3. doi:10.1016/S0140-6736(22)00008-3.
  3. COMISIÓN EUROPEA. Comunicación de la comisión al parlamento europeo, al consejo, al comité económico y social europeo y al comité de las regiones. Una Unión de la igualdad: Estrategia para la Igualdad de Género 2020-2025. Bruselas, 5.3.2020 COM (2020) 152 final. Disponible en: https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:52020DC0152
  4. García-Calvente María del Mar, Del Río-Lozano María, Marcos-Marcos Jorge. Desigualdades de género en el deterioro de la salud como resultado del cuidado informal en España. Gac Sanit 2011; 25:100-7. doi: 10.1016/j.gaceta.2011.09.006.
  5. Del Río-Lozano María, García-Calvente María del Mar, Marcos-Marcos Jorge, et al. Gender identity in informal care: Impact on health in Spanish Caregivers. Qual Health Res 2013; 23:1506-20. doi.org/10.1177/1049732313507144.
  6. Del Río-Lozano María, García-Calvente María del Mar, Calle-Romero Jesús, et al. Health-related quality of life in Spanish informal caregivers: gender differences and support received. Qual Life Res 2017; 26:3227-38. doi: 10.1007/s11136-017-1678-2.
  7. Del Río-Lozano M, García-Calvente M, Elizalde-Sagardia B, Maroto-Navarro G. Caregiving and Caregiver Health 1 Year into the COVID-19 Pandemic (CUIDAR-SE Study): A Gender Analysis. Int J Environ Res Public Health. 2022;19(3):1653. doi:10.3390/ijerph19031653.
María del Mar García Calvente

Doctora en Medicina, especialista en Salud Pública Profesora de la Escuela Andaluza de Salud Pública (Granada) y directora del Diploma de Especialización en Género y Salud

¿Cómo citar este artículo?

García Calvente, M. Cuidados, género y salud: la desigualdad más invisible. Bepsalut [Internet]. abril 2022. [Consultado el _____].
Disponible en: https://bepsalut.com/es/article/cuidados-genero-y-salud-la-desigualdad-mas-invisible/
Fecha de publicación

abril 2022

Autor/a

María del Mar García Calvente

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4 minuts

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