Es ampliamente reconocida falta de actuación efectiva para reducir la carga de la enfermedad debido a las enfermedades no transmisibles (NCD, en sus siglas en inglés) se ha convertido en una preocupación global. La Comisión independiente de alto nivel de la OMS para las enfermedades no transmisibles destacó recientemente:
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, con su compromiso de no dejar a nadie atrás, es nuestra agenda más atrevida para la humanidad, que necesitará actuaciones igualmente de osadas por parte de los Jefes de Estado y de Gobierno, los cuales deberán cumplir su promesa, en el periodo acordado, de reducir, en una tercera parte, la mortalidad prematura debida a enfermedades no transmisibles (NCD) mediante la prevención y el tratamiento, y de promover la salud mental y el bienestar (OMS 2018) .
Las enfermedades no transmisibles se deben a dos motivos principales: 1) externos o 2) internos a las personas, y estas fuerzas pueden interactuar. Entre las causas que son externas a una persona y que, por tanto, están fuera de su control, se incluyen: la calidad del aire, el suministro y la calidad de los alimentos, muchas políticas relacionadas con la salud que influyen en estas causas, y muchos otros determinantes de las enfermedades no transmisibles (a las que normalmente se hace referencia como determinantes sociales de la salud (SDH, en sus siglas en inglés). la segunda causa es interna. Cuando las personas están informadas (por ejemplo, con una educación de calidad) y viven en un entorno en el que pueden hacer elecciones deliberadamente (es decir, tienen la capacidad física, económica e intelectual), sus capacidades internas pueden llevar a emprender varias acciones para mitigar el desarrollo de enfermedades no transmisibles durante su vida. en realidad, la mayoría de los determinantes de las enfermedades no transmisibles a nivel individual son una interacción entre las causas internas y externo se, entre las que se incluyen las normas culturales, la publicidad y los entornos que podrían influir en la gestión de la salud diaria.
Teniendo en cuenta estos factores, el concepto de alfabetización para la salud se identifica como una herramienta poderosa para ayudar a las personas y los gobiernos a actuar contra las enfermedades no transmisibles. Varios documentos de las políticas y agendas de las Naciones Unidas / OMS y de los Estados miembros han asociado la alfabetización para la salud con una herramienta potencialmente valiosa pero, hoy por hoy, se ha eludido como aplicar de forma efectiva la alfabetización para la salud con el fin de generar una actuación sustancial.
En este artículo los autores hablan como la alfabetización para la salud es importante para las enfermedades no transmisibles, desarrollan un marco para entender la utilizado los instrumentos actuales y para planificar la aplicación de la alfabetización para la salud y los programas de educación, explican actuaciones de alfabetización para la salud que se han aplicado con éxito, la ampliación de la ayuda y la aplicación de la alfabetización para la salud para hacer frente a los factores de riesgo de las enfermedades no transmisibles.
Por último, los autores llegan a las siguientes conclusiones:
El concepto de Alfabetización para la Salud está estrechamente vinculado a la equidad en salud, y se puede utilizar para comprender que no está utilizando los servicios actuales, porque hay personas y grupos que se dejan de lado, y cómo se pueden desarrollar y / o mejorar políticas y programas para no dejar a nadie de lado. La alfabetización para la salud da información sobre los límites y las fortalezas que pueden tener los miembros de las comunidades para aprovechar las oportunidades de prevención y gestión de las enfermedades no transmisibles, y también sobre cómo podemos mejorar el sistema para aumentar la calidad, la aceptación y el alcance de la información y los servicios para reducir la prevalencia y la carga de las enfermedades no transmisibles. La creación de conciencia sobre los factores de riesgo de las enfermedades no transmisibles, un estilo de vida saludable y una evaluación crítica de la información relativa a la salud deben empezar pronto en la vida. En las sociedades comunitarias (incluidos los países de ingresos bajos y medios), en los que está el lastre principal de las enfermedades no transmisibles, se deben desarrollar y aplicar enfoques de alfabetización para la salud que se basen en la comunidad y no en el individuo. Se llevarán a cabo estrategias de educación y campañas en los medios de comunicación que respondan cuidadosamente a las fortalezas y debilidades de la alfabetización para la salud mediante estrategias de comunicación. Teniendo en cuenta la complejidad de las enfermedades no transmisibles, incluyendo la información sobre sus factores de riesgo compartidos y otros determinantes, una persona necesita mucho más que no sólo adquirir conocimientos para prevenirlos y controlar sus enfermedades no transmisibles y hacer que las comunidades y sistemas sean responsables de proporcionar el entorno necesario que los capacite.